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martes, 5 de julio de 2011

Trashumancia: 1ª parte

 Aplazamos temporalmente las entradas sobre las familias de lepidópteros para contaros una reciente experiencia trashumante con un pastor que está a punto de jubilarse y un rebaño de unas 600 ovejas.
La trashumancia consiste en el desplazamiento anual del ganado desde las zonas bajas donde permanece en invierno hasta las montañas para la busca de pastos veraniegos (y viceversa). Lo más parecido en el reino animal se correspondería con la migración de los ñus, buffalos y otros ungulados entre el Serenguetti y el Masai-mara. Sin duda un bello espectáculo.
 

Nos reunimos con Elias y su mujer en Cimanes del Tejar, un pueblo leonés. Ellos ya habían salido dos días antes de Veguellina de Órbigo, su residencia el resto del año. 
Existen aún ganaderos que realizan anualmente la trashumancia entre Extremadura y la Cordillera Cantábrica, constituyendo un tipo de pastoreo en continuo movimiento y un duro modo de vida, pero sin duda, la ganadería más sostenible que hay.
Despues de cenar, bivaqueamos bajo la luna llena y el canto de las ranitas de San Antón Hyla arbórea.


Por la mañana, amanecimos bajo el canto de los Trigueros Emberiza calandra y los Mirlos Turdus merula y el vuelo de una Cigüeña Ciconia ciconia y un Milano negro Milvus milvus. Bien temprano y al poco de abrir el día, iniciamos el camino. Aunque, tuvimos unas pocas cabezas de ganado en casa, nunca antes había participado en esta experiencia. 


Las casi 600 cabezas ovinas y dos decenas de cabras formaban un tren sonorizado por algo más de 120 badales que dejaban a su paso un rastro de olores, huellas, heces y charcos de orina.
Me comentaron que antiguamente, se podía reconocer el tipo de ganado menor a largas distancias en función del sonido de los cencerros. Este se diferenciaba por colocarle a las ovejas badajos (o badales) de cuerno o madera y de metal en el caso de las cabras.
La función de las cencerras o campanillas es advertir de la presencia del ganado en las cañadas, detectar movimientos bruscos en el mismo, permitir y facilitar que reses estraviadas durante el camino encuentren al resto del grupo y quizás también, espantar a los depredadores (aunque no tengo muy claro la eficacia de esto último).


A poco que te alejabas del ensordecedor sonido de los cencerros, escuchamos Ruiseñores Luscinia megarhynchos, Oropéndolas Oriolus oriolus y Mosquiteros ibéricos Phylloscopus brehmii.
Los márgenes estuvieron adornados por Amapolas Papaver rhoeas y Escaramujos Rosa canina. Tuvimos también la suerte de ver alguna Orobanche.


Las cabras encabezaron en todo momento la cabeza del desfile.


Para cualquier apasionado de los grandes carnívoros, participar en la trashumancia es una experiencia muy recomendable por estar en contacto directo con los trabajos propios de la ganadería y ver el trabajo de los mastines y de los perros carea. Todo ello puede aportar otra visión al conflicto que tiene la presencia de predadores con el hombre. Sin duda, ayuda a mejorar esa percepción.


El trabajo de los perros carea consiste en reunir el rebaño y mantenerlo cohesionado cuando éste se dispersa. Los mastines permanecen todo el rato con el, se mantienen vigilantes en puntos altos de sus flancos, en la cola o incluso entre las mismas cabezas con la cabeza alta, alertas a cualquier incidencia que pueda afectar a las reses. Para un rebaño de este tamaño, es necesario al menos la posesión de 4 mastines. Durante el camino, nos cruzamos con otros rebaños trashumantes. Uno de ellos contaba con 800 ovejas y 9 mastines y el otro con 1600 y 8 mastines. La mayoría de ellos estaban provistos de carlancas que les protegiese el cuello en el caso de tener que luchar contra los lobos. Me comentó Javier Talegón que en la Sierra de la Culebra, vió un rebaño de 800 ovejas y 16 mastines!
Elías contaba en ese momento con escasos perros. Solía subir todos los años con al menos 4 mastines, pero este mismo año se le murió uno de ellos, otro enfermara y otra estaba preñada. Una vez en la majada, hizo subir más perros para guardar el rebaño durante el resto del verano.


Estas imágenes tienen los días contados. Los valores de mercado, las desacertadas medidas emprendidas por la PAC que beneficia más a las grandes empresas y multinacionales o a los ganaderos que lo son como actividad secundaria y que constituyen una competencia desleal para los que lo son a título principal y de modo profesional amenazan este modo de vida.


Elías con 63 años y en una forma envidiable, nos contó que en el sector cada vez la vida está más dificil. Que antes de la PAC le daban hasta 5.000 pesetas de subvención por cada oveja, cuando ahora apenas recibe 12 euros. Que cada cordero se vende entre 38 y 48 euros, cuando antes del euro se vendían hasta en 15.000 pesetas. 
De octubre a febrero, el ganado está semiestabulado y consume una media de medio kilo de pienso diario por cabeza. El kilo de cebada o maiz oscilaba antes entre las 40-45 pesetas y los precios con la llegada del euro empeoraron. Una buena alternativa es cultivar alfalfa que permite dar hasta 4 cortes anuales, renovando el cultivo a los 5 años y extrayendo aproximadamente unas 145 alpacas por hectárea.
Nos comenta que la vida en verano, alejada de la familia y en unas condiciones duras es complicada y obliga a la atención completa del ganado, sin festivos y, los pastos de veraneo hay que arrendarlos y que valen lo suyo. Cada oveja produce una media de 3 corderos cada dos años y tiene una vida media de 6 a 7 años. 
Pero, la verdad reconoce que aunque le queda poco, no quiere jubilarse porque "primero te jubilas y luego te mueres" y que le da pena ir deshaciéndose cada año de las ovejas.
 
Obviamente, cada oficio tiene sus dificultades y más en los tiempos que corren. Pero, el sector primario recibe numerosos fondos públicos, es necesario saber administrar y orientar esos fondos en función de políticas de sostenibilidad y conservación de la biodiversidad y que lleguen especialmente a aquellos que viven únicamente de ese modo de vida, los ganaderos a título principal.
Todos los días podemos ver en la prensa que los sindicatos agrarios piden controles de depredadores, piden desbroces, piden quemas controladas y multitud de cosas más. Este hombre lleva los últimos 33 años viviendo únicamente de la ganadería trashumante, veraneando en distintos puntos de la Cordillera Cantábrica (Murias de Paredes, Valdeloberos, Robledo de Caldas, Cueta Arbás, Abelgas de Luna y Pena Ubiña) en condiciones a veces infrahumanas, durmiendo durante muchos años en un remolque adaptado sin calefacción ni luz y durante tres meses al año y sin quejarse. Este pastor a lo largo de esos 33 años sólo sufrió un daño de lobo con una única oveja afectada por la cual ni siquiera solicitó indemnización. 
Es obvio que este modo de vida contrasta con el de algunos ganaderos de la Sierra del Cuera que cuando los conocí, acudían a enseñar los daños de lobo en Mercedes todoterreno de 12 millones, protestando que los lobos los van a llevar a la ruina, que no pueden atender al ganado todo el día y que no creen que los mastines sean útiles.
Desde luego no se trata de hacer mártires, pero queda patente que OTRA GANADERÍA ES POSIBLE!


Parte del camino discurrió por carretera asfaltada. El pastor nos contó que los herbicidas que echan en las cunetas pueden ser fatales para el ganado que, agotado del camino aprovecha cualquier momento o pausa para glotonear en los márgenes. Las concesionarias de los mantenimientos de las carreteras y los ayuntamientos rara vez tienen en cuenta este tipo de hechos. Además, el camino se vé modificado por el habitual asfaltado de las cañadas o las plantaciones de pinos en los cordeles.


Es una pasada ver el miedo que le tiene el ganado al agua. Al circular en puentes sobre ríos, las reses son especialmente lentas y torpes apretándose en los flancos y reduciéndo el tamaño de la hilera.


En Santiago del Molinillo, cruzamos el río Órbigo llamado en partes altas el conocido río Luna del cual existe este dicho:


"Nazco en Puerto Ventana, cruzo el valle de Babia con afán
y al llegar a la ribera pierdo el nombre que me dan."


Durante parte de este primer tramo, avistamos numerosas plantaciones de Lúpulo Humulus lupulus. Esta planta además de ser utilizada para la elaboración de la cerveza, tiene numerosas utilizaciones medicinales.


El paso del ganado en cada pueblo levantaba expectación. Varios vecinos se acercaron para comprar corderos para las fiestas. Otros simplemente observaban curiosos o sacaban fotos. En muchos de los pueblos por los que pasamos, ya no vive gente y las casas se abren sólo en verano.


Llegados a Mataluengas, las ovejas pararon un rato a pastorear. Cucos Cuculus canorus, Pinzones Fringilla coelebs, Zarceros Hippolais polyglotta y Escribanos montesinos Emberiza cia cantaban. Un alcotán Falco subbuteo, un Águila calzada Hieraetus pennatus de fase clara, varias Cigüenas Ciconia ciconia y una Águila culebrera Circaetus gallicus pasaron volando.
Paramos a comer en Santa María de Ordas. Aprovechando la pausa, me dediqué a fotografiar mariposas. Logré ver la Esfinge colibrí Macroglossum stellatarum, Brenthis daphne, Aglais urticae, Aporia crataegiHypparchia alcione, una Melanargia pendiente de identificar, Lycaena phlaeas, una Coenonympha pendiente de identificar (o de la misma familia), varias Erebia, Colias crocea, varios Piéridos, Gonepteryx rhammi, Iphiclides podalirius, varios Pyrgus, Laeosopis roboris, Hesperia comma, Thymelicus sp., Glaucopsiche sp., Pandoriana pandora, Euphydrias aurinia, varias Lasiommata y alguna especie más que tengo pendiente identificar. Además, vimos 3 Lagartos ocelados Lacerta lepida. Todo esto mientras se oía el constante canto del Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli. No estuvo nada mal la verdad!


El pastor dotado de gafas de sol posando orgulloso con uno de los carneros más fuertes del grupo.


Detalle del cabestrillo

 Al mediodía el calor era sofocante en Formigones.

Ninguna res levantaba la cabeza con el sol


En esta charca que alivió la sed y el calor del ganado, vimos juveniles de Sapo corredor Epidalea calamita y varias Ranas verdes Pelophylax perezi.


Cada atardecer, Elias ordeña las cabras. La leche obtenida, una vez mezclada con pienso es la comida diaria de los perros. Un alimoche Neophron percnopterus cicleó en el lugar de la pernocta.


Había más rebaños en las cercanías del lugar donde pasamos la noche, éste concretamente de 1600 ovejas con corderos y 4 mastines, estaba guardado en un cercado.

Los ruiseñores y los ladridos del Corzo Capreolus capreolus fueron dejando paso al repetitivo canto del Chotacabras Caprimulgus europaeus, marcando el fin del día y de esta entrada. Espero que os gustara. Nos vemos en la siguiente.

12 comentarios:

Toñito dijo...

Encantoume a entrada Rubén, moi currada e seguro que unha fermosa experiencia, parabéns.
impresioname moito, case se palpa o querer dese home polo seu oficio.
Menos Mercedes e máis mastíns.
saudos tío.

Luis C. Herrero dijo...

Buenas, me has dejado sin habla, una de las esperiencias que me gustaria realizar. Que entrada mas currada y bien elaborada, se nota que sabes de lo que escribes. Un saludo.

Xabier Prieto Espiñeira dijo...

Desde a miña cómoda vivenda na cidade podo imaxinar estoutra realidade, tan tradicional (e tan dura), pero ben fermosa. Até os pequenos detalles, como o aproveitamento do leite das cabras para alimentaren os cans transmiten unha harmonía pouco común. E resulta ademáis un relato moi ben amenizado coa mención de un sen fin de bichos que vos acompañaron na viaxe.
No fondo latexa ese conflito entre as formas sostíbeis de explotación e as que non o son tanto.
Os meus parabéns, unha vez máis, Rubén.
Como dicía alguén do noroeste, entradas coma esta xustifican sobradamente a existencia dun bloge, e animan á súa lectura apaixoada.
Unha aperta.
Xabi

Jesús del Valle dijo...

¡Que experiencia tan maravillosa! Nos recuerda la niñez, lo auténtico, la vida natural sin tanto escaparate ni semáforos, me ha encantado el reportaje. Curioso ver la actitud de las ovejas al cruzar los cursos de agua, interesante.Tampoco desde luego te paras a pensar en el efecto de los herbicidas en los bordes de los caminos. Saludos.

Zaskandil dijo...

Muy interesante este post.
Este tipo de actividad es típica de algunas zonas de León llegados los calores del Verano. Es bastante habitual en esta época del año (aunque cada vez menos) encontrarse rebaños en pleno traslado a las montañas del Norte. Afortunadamente aún quedan pastores que se resisten a perder esta costumbre y forma de vida.
El medio ambiente se beneficia de estas migraciones anuales, manteniendose saneado gracias a la acción de los rebaños: limpiando los montes, manteniendo activas y transitables las antiguas vías pecuarias (cañadas y cordeles), renovando los pastizales (que a su vez son abonados por las mismas ovejas) y como muy bien resalta el post, proporcionando carroña a las difernetes especies que habitan en esos parajes.
Buen trabajo, espero ansioso la segunda parte.
Un saludo.

carealeones.blogspot.com

Jesús Dorda dijo...

Me ha encantado esta entrada. Voy a ponerla en la sección de enlaces del foro del Mastín Español, donde "habitan" muchos amantes de las cañadas y la trasumancia.
El enlace:
http://mastinespanol.foroactivo.es/entrada-sobre-trashumancia-en-el-nosoeste-iberico-t4945.html
Saludos

Xabier dijo...

Olá Rubén, son Xabi. Moi bos relatos e fotos. Gústame o de Formigones, un dos meus mellores amigos é de alí, a súa casa é a última do pobo, subindo. Vou habitualmente a Formigones e gustoume moito velo. Fíxate que as ovellas beben nunha charca da que teño fotos no facebook deste inverno. Esa charca e a pista recén asfaltada teñen unha historia curiosa de cómo se gastan os cartos.... xa cha contarei, apertas

Rubén Portas dijo...

Gracias a todos por vuestra visita y sobre todo por vuestros comentarios, espero poder colgar pronto la siguiente entrada que, aunque no estará tan centrada en la vida pastoril y hablará más del camino, de nuestro paso a través de las Omañas, espero que os guste.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Muchas gracias por compartir tus vivencias con nosotros,viendo tu reportaje me vienen a mi memoria los recuerdos de mi infancia ,cuando llegaban a mi pueblo en LACIANA, el rebaño desde extremadura con sus 2000 ovejas,que parecia que no iban a dejar de pasar nunca, saliamos de la escuela al patio para observar ,los mastines ,las yeguas,los carneros con sus zumbos enormes.que gratos recuerdos vienen a mi memoria.GRACIAS.

RAIGAÑU dijo...

Fermosu trabayu, con la vuesa llicencia facemus un llink nel blog de nuesu a queriendas la “Fiesta del Pastor” nus Barrios de Tsuna
Hermoso trabajo, con vuestro permiso colocamos un enlace en nuestro blog, a propósito de la Fiesta del Pastor en los Barrios de Luna.
http://raigame.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Hola, una entrada muy interesante. Sólo un apunte: la comarca se llama OMAÑA. "Las Omañas" es un municipio. La Junta cometió el error de llamar a la Zepa Omañas y ahora eso se va arrastrando...

Rubén Portas dijo...

Gracias por la puntualización, lo modifico ahora mismo. Preciosa comunidad León. Espero volver en breves. Un saludo!

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